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La lengua española, ¿Herencia cultural o proyecto político-económico? Debates en el Congreso literario hispanoamericano de 1892

Artículos y Revistas

INTRODUCCIÓN

Los discursos sobre las lenguas, inscritos en condiciones históricas específicas, exponen la estrecha

relación que las concepciones y decisiones desplegadas en torno a ellas tienen con fenómenos

sociales, políticos y económicos en la medida en que señalan, de manera privilegiada,

la formulación de variadas políticas cuya finalidad es el ordenamiento de la vida lingüística de

las comunidades. Dentro de esta perspectiva, la glotopolítica histórica (Arnoux, 2000; Del Valle,

2005) considera que estos discursos constituyen un material excepcional para analizar tanto las

ideologías lingüísticas como las resoluciones y estrategias de intervención sobre las lenguas,

propuestas por distintas instancias de poder político, mediático, educativo o de organizaciones

civiles, con el objetivo de lograr su promoción y expansión y pautar así, de variadas maneras,

las prácticas lingüísticas de los hablantes.

Por otra parte, los análisis discursivos focalizados en determinadas zonas del archivo histórico y

que se han centrado en la indagación sobre las representaciones sociales (Moscovici, 1979; Farr,

1983) elaboradas en torno de las lenguas, han comprobado la permanencia y notable estabilidad

de estas últimas cuando se abordan discursos ubicados en la larga duración. De esta forma, los

valores y sentidos atribuidos a las lenguas, situados en diferentes campos semánticos, entre los

que se destaca el nacionalismo −“la lengua es territorio”, “la lengua es patria”, por ejemplo−,

se presentan como operaciones discursivas que, más allá de sutiles reformulaciones que dan

cuenta de distintas temporalidades, precisan la exposición de políticas lingüísticas que actúan

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en la persistencia más que en el contraste y en la continuidad de un proceso de dominancia discursiva,

más que en la elaboración de ideologías diferenciadas que respondan a etapas históricas

distintas.

En este trabajo, proponemos analizar la conformación de una particular ideología lingüística

sobre la lengua española formulada en el Congreso Literario Hispanoamericano, realizado en Madrid

entre el 31 de octubre y el 10 de noviembre de 1892 en el marco de los eventos conmemorativos

por el IV Centenario del descubrimiento de América, en la medida en que consideramos

este suceso como la etapa fundadora del proceso de construcción de una dominancia discursiva

en torno del español que se extiende desde este primer congreso hasta los celebrados por la Real

Academia Española (RAE) y el Instituto Cervantes a partir de 1992. En esta oportunidad, en el

contexto mayor de las investigaciones centradas en la serie discursiva de los congresos, focalizamos

el momento de generación y emergencia de aquellos enunciados que instituyen los primeros

peldaños de una matriz discursiva proveedora de una regularidad de nociones y sentidos sobre la

lengua1. Esta serie discursiva −los congresos de 1892 (Madrid), 1992 (Sevilla), 1997 (Zacatecas),

2001 (Valladolid) y 2004 (Rosario)− da forma, para nosotros, a un proceso que pretende una posición

discursiva predominante en tanto provee modos de representar y concebir un objeto la

lengua española−, enunciados que se estiman legítimos para dotarla de atributos e instituciones

portadoras de autoridad normativa.

Por esa razón, nuestro análisis se elabora en función de dos objetivos. En primera instancia,

relevar, dentro del campo disciplinario del análisis del discurso, las representaciones otorgadas

a la lengua y su relación con el proceso político en que se inscriben. En segundo término,

delimitar las políticas lingüísticas diseñadas en el ámbito de las deliberaciones del congreso.

Dentro de esta perspectiva, los núcleos de sentido que orientan tanto las representaciones

como la planificación lingüística propuesta se extienden en torno a las siguientes cuestiones: 1)

la unidad de la lengua española y su necesaria preservación; 2) el debate suscitado en torno a la

política lingüística delineada por España para implementar en Hispanoamérica donde el rol de

la RAE se presenta como única autoridad; 3) la polémica sostenida entre congresistas españoles

e hispanoamericanos en torno de la planificación del corpus y del estatus del español; y 4) la

primera formulación de un nacionalismo panhispanista que tiene como finalidad no solo revertir

la imagen de España luego de la independencia sino, fundamentalmente, establecer vínculos

económicos y culturales con Hispanoamérica, caracterizados por un particular disciplinamiento

(Foucault, 2006) y una asequible potestad tutelar.

Al considerar estos cuatro aspectos, nuestro análisis empieza por abordar los objetivos que

pautan la realización del Congreso Literario Hispanoamericano, para continuar, en la segunda

parte, con el análisis de la posición sostenida por los congresistas españoles, en concreto las representaciones

que despliegan sobre la lengua, el rol que le atribuyen a la RAE y los fines socio-

La lengua española, ¿Herencia cultural o proyecto político-económico?... / Vázquez, G.

84 Revista Signos 2008, 41(66)

políticos que persiguen a través de su concepción del español como elemento unificador de una

amplia área lingüística. Finalmente, analizamos la perspectiva proclamada por los hispanoamericanos,

focalizada en la planificación del estatus −la discusión sobre la selección de la variedad

estándar que debe servir de base para la norma y la implementación social de la misma− y en la

planificación del corpus −la elaboración de una gramática y un léxico que considere la variedad

hispanoamerican